domingo, 26 de febrero de 2012

¿Emociones o sentimientos?

Dentro de las aulas de hospitalarias, las manifestaciones emocionales constituyen una realidad difícilmente evitable. Profesionales sanitarios, maestros, familiares, visitantes y los propios enfermos, se encuentran envueltos en un torbellino de emociones recorren el circuito emocional desde un extremos a otro.

Es por ello que la educación y el desarrollo emocional constituyen un elemento curricular y docente de primer orden.
Iniciamos en este blog una secuencia de entradas en las que iremos desgranando una a una todos los elementos educativos y psíquicos  que pueden tener relación con nuestra actividad docente.
Una primera necesidad conceptual, creemos que tendrá que ver con las diferencias que existen entre emoción y sentimiento.
En las aulas hospitalarias las emociones  que se producen son reacciones producidas por:
·        Ideas preconcebidas sobre el hospital y la enfermedad en alumnos sin experiencias previas.
·        Recuerdos sobre el hospital en caso de alumnado con reingresos recurridos.
Estas emociones, como estados afectivos, pueden ser de  mayor o menor intensidad y de mayor o menor duración. Pueden estar somatizadas o tratarse de emociones externas y susceptibles de trabajos docentes directos y rápidos.
Las emociones se transforman en sentimientos, entendiendo como sentimientos una tendencias o impulso, un estado afectivo de baja intensidad y larga duración.
A veces las emociones vienen acompañadas de schock, y se manifiestan como un estado afectivo muy intenso , pero de muy corta duración.

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